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lunes, 8 de febrero de 2010

PRIMAVERA TOSCANA

[Carretera de Terrassa a Talamanca - 2009]
Después de todo, siempre vuelve la luz. Cada año, cada primavera.

El día que la luz amanece en todas partes, desentumece del invierno a nuestro corazón. Y el mío, que se asoma hace dos siglos a la misma ventana para que se le entibie el alma, busca tu paso tranquilo cada tarde de domingo detrás de los árboles que se mecen con la brisa. Doscientas primaveras observando como atraviesas el campo para llegar hasta el porche, y por fin te quedas conmigo.

Entorno los ojos deslumbrados por el primer sol de marzo y te pierdo un momento en la lejanía, entre las acuarelas del barbecho. Pero siempre vuelves, como vuelve cada año la luz para bañar mi porche, mi piel y mi vida, incluso después de perderla. Y como cada año y cada primavera, al llegar a la mitad del camino, te vuelves bando de golondrinas y vuelas pintando el cielo por encima de mí. Y me siento de nuevo a esperar que al día siguiente pasees otra vez por el campo.


Porque t
al vez mañana, al fin te quedes conmigo.